En nuestra revisión anual de los países que no abordan adecuadamente los asesinatos por honor, Holanda encabeza sistemáticamente la lista porque los asesinatos por honor en Holanda no se persiguen de acuerdo con las leyes y reglamentos. Por ejemplo, los investigadores deben consultar a los representantes de las mezquitas locales si el Islam desempeña un papel en el crimen, y los denunciantes honestos de los crímenes de honor son perseguidos sin piedad y sin justificación por las autoridades durante años.

Los Países Bajos prometen ahora adoptar un enfoque muy diferente y combatir mejor los crímenes de honor, tal como recomienda la UE a sus Estados miembros. La UE quiere que se persiga a gran escala a los autores de los crímenes de honor para combatir el fenómeno con firmeza.

El acuerdo de coalición contiene el siguiente pasaje sobre la lucha contra los crímenes de honor: "Una sociedad democrática sólo puede funcionar si trazamos una línea cuando las libertades de los demás se ven amenazadas, si todos se unen y se combate la discriminación. En nuestra sociedad no hay lugar para la homofobia, el antisemitismo, la islamofobia, la misoginia, la explotación sexual (en línea), los crímenes de honor, la mutilación genital, el matrimonio infantil, el matrimonio forzado, la incitación al odio y la violencia contra los disidentes y las minorías. Estamos actuando contra esto, entre otras cosas, combatiendo las amenazas en línea, protegiendo a las víctimas, fomentando las denuncias y exigiendo visados".

En algunos lugares se tilda de islamófobo o racista el hecho de que los Países Bajos quieran mejorar la lucha contra los crímenes de honor en particular, pero este razonamiento es erróneo porque las personas que cometen actos de violencia relacionados con el honor no son siempre seguidores del Islam, ni tienen siempre la piel oscura o un origen cultural no occidental.

Los expertos en crímenes de honor señalan que los Países Bajos deben demostrar primero que se toman en serio la lucha contra los crímenes de honor, por ejemplo, persiguiendo a quienes los cometen y poniendo fin a la persecución de los denunciantes honestos de los crímenes de honor.