Büsra Özkan
nacida en 1994
Apuñalada: 24 de junio de 2009
Residencia: Schweinfurt (Baviera)
Origen: Turquía
Hijos: ninguno, sólo tenía 15 años
Autor: su padre Mehmet, operador de una tienda de kebab (45 años en el momento del crimen), en Alemania desde hace 20 años

En la noche del 24 de junio de 2009, Mehmet Ö. apuñaló a su hija Büsra, de 15 años, que dormía. La familia tiene otros dos hijos (más pequeños) y nunca había llamado la atención hasta ahora. El padre, dicen, es estrictamente religioso.

Los abuelos llaman al médico de urgencias. Pero la niña se desangra. Se cuentan varias decenas de puntos de sutura.

El padre es detenido tras una breve huida y confiesa el crimen. Como motivo, aduce la visión totalmente diferente de su hija sobre la vida y el estilo de vida occidental. Ella no quería "seguir el camino de los musulmanes". Es de suponer que la estudiante de secundaria es una adolescente que quiere llevar una vida normal.

La madre de Busra trabaja como enfermera quirúrgica. Gana más que su marido y habla alemán, a diferencia de él. A pesar de ello, Mehmet obliga a Büsra y a su madre a llevar un pañuelo en la cabeza.

En el juicio, Mehmet afirma de repente que la noche del asesinato quería ahuyentar a un ladrón. Más tarde declara que su hija iba de la mano con un chico de origen turco. En marzo de 2010 fue condenado a cadena perpetua. A pesar de las 68 puñaladas sobre una chica dormida, no se establece una gravedad especial de la culpabilidad. La jueza dice en su veredicto que no se trató de un clásico crimen de honor. El padre sólo quería controlar a su hija. Pero eso es precisamente lo que es un clásico crimen de honor: el hombre quiere un control total sobre los miembros femeninos de la familia, especialmente sobre su sexualidad.

En septiembre de 2010, el Tribunal Federal de Justicia de Karlsruhe rechazó el recurso y confirmó la sentencia.