El miércoles 1 de junio de 2022 comenzó en Estambul el juicio de la destacada organización turca de derechos de la mujer "We Will Stop Femicide". Esta ONGI feminista que actúa como plataforma con capítulos en decenas de ciudades registra los feminicidios, apoya a las víctimas de la violencia doméstica, exige justicia para las mujeres víctimas de asesinatos, observa los casos judiciales y organiza manifestaciones para la re-ratificación del Convenio de Estambul.

La fiscalía les acusa de "comportamiento inmoral", de luchar contra las "estructuras familiares", de "organizar manifestaciones" y de "atentar contra la moral". La plataforma estaría infringiendo la ley al "promover la desintegración del orden familiar bajo la apariencia de los derechos de la mujer". La fiscalía exige la prohibición de toda la organización. La fiscalía cita como prueba una carta de un hombre enfadado desde hace seis años.

Según los abogados de la plataforma, la demanda está "políticamente motivada", los cargos no están concretamente fundamentados y se citan hechos que no son delito.

Según el gobierno turco, el Convenio de Estambul viola los valores familiares tradicionales. Los conservadores afirman que el convenio conduce a un mayor número de divorcios porque animaría a las mujeres a dejar a sus maridos. La convención también promovería la homosexualidad y la igualdad de género no encajaría en la cultura turca.

El presidente Erdogan quiere que Turquía combata la violencia contra las mujeres a su manera, imponiendo penas de prisión más largas para los feminicidios y una aplicación de denuncia para las mujeres en apuros. Se ha pedido a "We Will Stop Femicide" que cese todas sus actividades.